Si quieres un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar, haz este ejercicio clarificador de ideas.
En el artículo de hoy te traigo un poco de inspiración práctica. Si te sientes perdide y sabes que hay que hacer algo con el rumbo de tu vida, pero no sabes exactamente qué es lo que tienes que hacer. Si tú mismo ves que hay aspectos de tu vida que se resolverían y serías más feliz si te pusieras a ello, pero lo ves difuso y te da un palo que no veas.
¡Te entiendo! Yo también he pasado por el famoso proceso terapéutico y lo he sentido en mis propias carnes y cada día lo veo en las personas que inician por primera vez una terapia conmigo.
Al inicio puede dar mucha pereza porque no apetece. Oiga, no, sacar una muela tampoco, ¡pero te aseguro que la recompensa es brutal! Piensa por un instante tu vida sin eso, sin ese obstáculo, eso que te molesta, que te impide disfrutar. Respíralo, visualízalo, vibra con ello. ¿Mola o no mola? Pues te digo que se consigue y dan fe de eso todas las personas que van terminando sus procesos individuales conmigo.
Vamos al lío. En ocasiones, estamos tan dispersos que no sabemos ni lo que va mal, sólo que estamos con una sensación de malestar incómoda, poco agradable y, tal vez, ni nos reconocemos en el día a día.
Te recomiendo coger papel y lápiz para hacer este ejercicio. Vamos a ir centrando la atención por pasos para desglosar y concretar.
- Imagina que tu vida es como un queso. Si te apetece, dibújalo en un papel, al igual que un gráfico en forma de redonda. Divide el queso en las áreas más importantes de tu vida. Como ejemplo, te dejo estas 3 áreas: área personal, área relacional y área laboral. Puedes añadir otras, pero en estas 3 primeras es donde suele estar el quid. Éstas, a su vez, se pueden subdividir. Te lo cuento en el siguiente punto.
- Detecta si lo que te ocurre tiene que ver únicamente contigo mismo o está relacionado con otros. Si está relacionado con otros, observa si es con amigos, con pareja, con compañeros de trabajo, con tu familia de origen, con la familia que has creado o si es en una combinación de varios.
- Detecta en qué momento te suele ocurrir y desde cuándo. Escríbelo.
- Qué es exactamente lo que te molesta. Puede ser algo relacionado con una creencia como, por ejemplo, “me siento inferior al resto”, relacionado con una conducta del tipo “evito afrontar conflictos” (sí, la evitación es una conducta), puede ser un síntoma como la ansiedad, explosiones emocionales o situaciones que vives con cierta regularidad que te desagradan y te gustaría manejar mejor. Escríbelo también.
Recapitulemos. Fíjate que, si has seguido el ejercicio punto por punto, has detectado qué área de vida te afecta, desde cuándo está molestándote este aspecto en tu vida, con qué frecuencia lo vives y si te afecta a ti exclusivamente o están implicadas más personas.
Tienes el asunto bastante enfocado, ya sabes con mayor o con menor precisión qué es lo que te ocurre. Ahora solo toca empezar a accionar. Haz algo para solucionar el asunto, no te quedes esperando que se desintegre solo porque por experiencia te digo que no funciona. Coge las riendas y ¡al ataque!
Recuerda que no tienes por qué hacerlo sol@. Si deseas acompañamiento para sentirte liberad@, disfrutar de la vida y soltar aquello que ya no necesitas, reserva cita sin temor. Te estoy esperando.
Si te ha gustado, inspirado y/o te ha parecido práctico, comparte, inscríbete a mi Newsletter para recibir más recursos prácticos.
No Comments