Cambia tu lenguaje para cambiar tu mente

A veces no nos damos cuenta de cómo nuestras palabras nos delatan. Y escuchando de forma activa podemos percibir lo que hay detrás de lo que se dice.

Te propongo hoy que cambies 6 palabras que dices habitualmente por otras 5. Y observes cómo cambia tu manera de ver el mundo y tu compromiso contig@ mism@.

Son muchas las teorías que postulan que el lenguaje modela nuestro pensamiento.

 

 

En lugar de “soy así”: “tengo el hábito de…”

 

Lo siento pero decir “soy así” no es excusa de nada. ¿Te ha pasado alguna vez que alguien se ha justificado usando el “soy así”? ¡Y se queda tan ancho! A mi sí.

Nuestros actos definen como somos, pero no son lo que somos.

Si usas esa expresión trata de cambiarla por “tengo el hábito de”. Esto va a ayudar a desapegarte de tus actos y darte cuenta que solo es un hábito y los hábitos se pueden cambiar si pones la atención en ellos.

 

En lugar de “pero”: “y”.

 

Cuando usamos la palabra pero estamos diciendo a nuestra mente que debe escoger una cosa o la otra.

Por ejemplo: Quiero ir a la playa pero tengo que trabajar.

Si en lugar de “pero” usamos la conjunción “y” nuestra mente entiende que son dos ideas y que no son incompatibles.

Ejemplo: Quiero ir a la playa y tengo que trabajar.

Puede que te suene raro al principio, solo pruébalo.

 

En lugar de “podría”: “puedo”

 

Al hablar en condicional dejas esa idea en el mundo de la fantasía.

Si realmente quieres que ocurra, bájalo a la tierra, al presente.

Al decir “puedo” no solo te haces consciente que realmente puedes hacerlo (si quieres), sino que te estás responsabilizando de la situación. No es una hipótesis es una posibilidad real.

 

En lugar de “me preocupa”: “me importa” o “me ocupo”

¿Qué sentido tiene PRE-ocuparse? ¿Mejor ocuparse cuando realmente se pueda hacer algo al respecto, no?

La preocupación define una anticipación de algo que todavía no ha ocurrido, a lo que le estamos dando vueltas y así alimentando nuestro malestar.

Usando “me importa” estoy diciendo al universo que aquello es importante sin acudir a la energía de la rumiación.

 

En lugar de “intentaré”: “voy a”

 

Cuando me dicen “intentaré”, la mayoría de las veces, es ya sé que no va a ocurrir.

Como ves muchas de las opciones que te propongo tienen que ver con el grado de implicación. Si es que el inconsciente nos delata.

 

En lugar de “tengo que”: “quiero”

 

Esta es mi preferida. Hazte consciente en cada instante de que decides tu vida.

Y si no lo estás haciendo, pregúntate por qué.

¿Quien más decide tu vida?¿Porqué le das tanto poder?

Observa cómo tu lenguaje dice mucho más de lo que parece. Prueba de cambiar el lenguaje para estar en sintonía en cómo quieres vivir, quien quieres ser y qué quieres comunicar al mundo.

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