¿Alguna vez has querido soltar el recuerdo de una situación dolorosa pero no has podido?
¿Y te has dado cuenta que eso alarga de algún modo el dolor? Entonces, este artículo es para ti.
Estoy convencida de que sabes –no desde la cabeza, pero desde el corazón– que vivir sin conflicto sería como no experimentar la vida.
Si eres una persona sociable sabrás que en las relaciones humanas los roces forman parte del baile.
En ocasiones serán suaves; en otras, tendremos que sacar nuestras herramientas y habilidades para lubricar situaciones tensas.
Ya… Y hay veces en las que no se puede hacer nada. Y es verdad, entendiendo “nada” como evitación del conflicto.
Algunas veces que, por mucho que hagamos, tendremos que aguantar el chaparrón del momento, surfear y respirar.
Además, tú sabes muy bien que los conflictos no son solo hacia fuera, sino hacia dentro. Así que nadie se escapa del conflicto.
Hoy quiero compartir contigo las fases por las que puedes pasar cuando ocurre una situación desagradable (sea la que sea), porque me gustaría mostrarte una parte más amplia del mapa que, tal vez, estés viendo.
La crisis
Imagina que estás en una obra de teatro. El conflicto es aquello que genera acción (sea interno o externo). Digamos que es la explosión de un volcán. Ejemplos: un accidente, una enfermedad, una discusión, una duda existencial, una muerte cercana, un despido, una pelea, un bloqueo…
Antes de esto has podido gestionar mejor o peor tus emociones pero, de repente, ¡PAM!, llega la vida y te coloca en una situación nueva o en la misma situación (ya insostenible), aumentando así su intensidad para que tu digas “BASTA”.
El shock
Cuando un acontecimiento es muy traumático para ti (y no importa si lo es para ojos de otr@, solo si lo es para ti) estás en shock. No era algo previsible para ti y escapa en muchas ocasiones de tu entendimiento. No eres capaz de verbalizar con palabras lo que ha ocurrido, ni de crear un hilo conductor coherente para tu relato. Estás completamente desubicad@.
Si te encuentras en esta situación, es normal sentirse así, solo permítete sentir lo que sientes (aunque no te guste) y puedes permitirte expresar a través del dibujo, la escritura o lo que te apetezca. No es necesario que sea coherente, sino que empieces a expresar sin juzgar.
Poco a poco, de manera natural, se irá hilando el discurso de lo ocurrido a medida que tú seas capaz de integrar todas sus partes.
La disociación
Aunque parezca una palabra rara-rara, disociación significa separar dos aspectos unidos. Es muy habitual que puedas narrar lo ocurrido desde la cabeza, pero sin emoción. Suele pasar porque internamente sabes que si contactas con eso vas a romperte, vas a desbordarte y tienes miedo.
La naturaleza es maravillosa y nos protege pero, ojo, sin contacto emocional no se puede elaborar el duelo.
El dolor
El dolor, en ocasiones, se convierte en un compañero de viaje. Espero que tú no te hayas conformado con vivir a su vera.
No siempre aparece después de la crisis, al contrario, puede perfectamente ser el desencadenante. Ya hemos dicho, que la crisis es ese acto dramático que genera movimiento y, a su vez, oportunidad.
El dolor puede venir generado por la pérdida: de salud, de pareja, de tu seguridad, de tu identidad, de un familiar, de tus expectativas de futuro…
Todo dolor es la expresión emocional de una herida interna y, como tal, necesita un duelo para ser elaborado.
En ocasiones puedes resistirte al cambio y apegarte al dolor. ¡Cuidado con eso! En realidad, la situación dolorosa ya ha pasado y por lo tanto tú, sin quererlo, estás alargando esa situación.
Y ¿por qué?
Porque esa situación habla de ti, de tu historia, de tu superación, de tu lugar en el mundo. Habla de lo justo o de lo injusto que ha sido todo para ti.
Pero recuerda: esa no eres tú, es lo que tú te dices de ti.
Cuanto antes entiendas que es una “putada” aquello que te haya pasado, pero que deseas pasar página, antes podrás elaborar el duelo y soltar.
Para nada quiero que entiendas que es tu culpa, ¡qué va! Pero sí que te animo a que te responsabilices a salir de la poltrona cómoda pero tremendamente infeliz de vivir con el dolor.
La aceptación
Cuando hablo de elaborar hablo de darle significado a lo ocurrido para aceptarlo. Puede que pienses que lo que ha ocurrido ya ha ocurrido y punto. Y es así, pero la mayoría de las personas necesitan darle significado a ese episodio en concreto en su vida.
Aquí es donde entran en juego toda clase de creencias como “todo pasa por algo”, “a mí me pasa todo siempre”, “soy víctima de un mundo cruel”, “tengo algo que aprender de esto”, “siempre me encuentro a las peores personas en mi camino”, etc.
Si tus creencias son más constructivas, flexibles y amorosas hacia ti, siempre será mas fácil la elaboración y despedida.
Soltar
Soltar es sinónimo de despedirse y la despedida de muerte. Nuestra sociedad no es nada fan de las despedidas y eso, inevitablemente, nos habla de lo poco que sabemos aceptar lo que ocurre, sin dramas.
Entender que en la vida pasamos por ciclos de vida y de muerte constantemente es lo que nos va a sacar del drama. Deberíamos vivirlo desde la normalidad de nacer, disfrutar y morir. Igual que las relaciones, los trabajos, las ideas, tus propias células.
En la naturaleza lo vemos con el paso de las estaciones.
Recuerda que morir no significa no haber cumplido su misión, todo lo contrario.
Me encantaría saber qué piensas al respecto. Si lo sientes, compártelo con alguien que pueda necesitar otra visión del momento presente.
4 Comments
Teresa Agut Sarabia
Posted at 19:11h, 25 julioWow, es el mejor momento para leer este artículo tuyo, lo voy a releerlo dia a dia a ver si me entra en la cabeza. Para mi la rutina es: conflicto, dolor, sentido de culpabilidad y a la mochila…y así voy acumulando, cosa que me deja con la autoestima muy baja. Tengo que aprender a soltar y pensar que hace parte de la vida y que no necesariamente es culpa mia lo que ha pasado y punto. A otra cosa mariposa. Pero me cuesta, me cuesta…
Mar de Borja
Posted at 10:34h, 27 julioTeresa, me alegro que en este momento tengo tanto sentido para ti mis palabras. Recuerda el ciclo de la vida observando en la naturaleza.
Eva
Posted at 14:37h, 31 eneroTotalmente de acuerdo!!! me encanta!!! lo he compartido en FB si no te importa ya que creo que ahí radica el trabajo personal junto con otras herramientas de las que ya has hablado también
gracias por explicarlo tan bien
un abrazo
Mar de Borja
Posted at 11:24h, 01 febreroEncantada de que te sirva y lo difundas por donde desees. ¡Un abrazo!