Cómo combatir el estrés con la meditación

El estrés es la reacción de tu cuerpo a una amenaza real o imaginaria. Cuando la situación estresante se alarga en el tiempo sus efectos son nocivos para tu cuerpo, tus pensamientos, tus emociones y tus relaciones sociales. Todo ello afecta a tu percepción de bienestar.

¿Qué beneficios te puede aportar meditar si estas estresado?

  • Relajación corporal: el cuerpo es el vehículo en el que habitas. Chequearlo para saber localizar qué zonas se encuentran tensas o relajadas es un hábito muy saludable. Adquieres poco a poco un diálogo con tu cuerpo, aprendiendo a observar la relación entre lo que ocurre en él y el momento que estés viviendo.
  • Descanso mental: El día a día puede llevar a sobrecargar la maquinaria de los pensamientos. Con la práctica de la meditación aprendes a dejar de prestar atención por un momento a esos inputs mentales y a dar descanso a tu cabeza.
  • Higiene interior: Seguro que realizas una higiene corporal a diario en la que deseches todo aquello que ya no te sirve. Entonces, ¿por qué llevas el peso de aquellos pensamientos que no te nutren? Soltar la mochila semanalmente te permite ir más ligero.
  • Claridad mental: Cuando vacías el armario tienes espacio para que llegue lo nuevo. Lo mismo ocurre con tu interior. Si te permites soltar y dejar de darle fuerza a los pensamientos que te boicotean, empezarás a tomar conciencia de los que te ayudan a construir lo que realmente quieres en tu vida. Meditar te ayuda en la toma de decisiones.
  • Gestión del tiempo: Es muy habitual que te falte el tiempo. Al meditar entrenas tu capacidad para discernir entre lo importante y lo superfluo, lo que haces por otros y lo que haces por ti, en qué inviertes la energía y en qué la quieres invertir. Meditar te ayuda a gestionar el tiempo.
  • Conciencia emocional: al tener un espacio para ti escuchas con más atención tus emociones dándoles respuesta. Una emoción es un síntoma de que algo está ocurriendo en tu vida y necesita ser atendido.

 

Te propongo un pequeño ejercicio para que lo pongas en práctica en momentos de estrés.

Siéntate en un lugar lo más tranquilo posible, cierra los ojos o centra la mirada en un punto fijo como un objeto que se encuentre en tu línea de visión.

Focaliza toda tu atención en la respiración.

Inhala en 3 segundos, retén en 2, exhala en 9 segundos sacando el aire muy lentamente.

Únicamente observa los cambios en tu cuerpo.

Espero que este artículo te sea útil para gestionar momentos estresantes.

 

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