5 tips para dejar de compararte y centrarte en ti

 

¿Eres una persona que sin querer se compara? ¿Física, académica, laboral, sentimentalmente?

Tengo que decirte algo, compararte solo te puede traer malestar e infelicidad.

¿Por qué?

Cuando ves el mundo en clave de comparación estás, sin querer o queriendo, dividiendo el mundo entre los que lo hacen bien y los que no, los buenos y los malos, los mejores y los peores.

Sin darte cuenta se está creando una competencia con la persona de al lado para ser mejor que ella (en cualquier aspecto que tu consideres importante).

Estás en lucha.

¿Qué te propongo?

Te propongo empezar a superarte a ti mism@ en función de tus propios objetivos y tus propios valores.

Tú eres especial y tienes tus propias cualidades. No necesitas ser como otr@ porque ese puesto ya está ocupado.

Vivimos en un contexto donde, en ocasiones, se nos alienta a ser competitivos para destacar, para despuntar, para triunfar.

Si nos fijáramos en nuestra verdadera maestra, la naturaleza, veríamos que ninguna flor compite con la de al lado.

No es necesario querer ser lo que no eres para ser mejor.

Lo que sí es vital es aceptar tu verdadera esencia para poder potenciar lo que te hace únic@ y pulir, si es necesario, aquello que no se te da tan bien.

Si lo haces desde el amor propio será un trabajo interno fluido y consciente; si lo haces desde la rabia de querer ser como “esa o ese”, el mundo y tu vais a perderos el verdadero regalo le que tienes que ofrecer.

Tener éxito, brillar… No es falsear. No es una formula mágica. O… sí, si miras en el interior y dejas que salga al exterior.

 

¿Qué puedes hacer tú para contribuir en un mundo sin comparaciones?

 

  1. Ama la diversidad de cuerpos, busca lugares donde los haya

Físicamente permítete maravillarte con cuerpos distintos y observa la belleza de las pecas, las cicatrices, las arrugas, el pelo rizado, las calvicies, las caderas anchas y los brazos delgados. Ojos saltones, ojos tristes, papadas, michelines y respira.

Observa y permítete ver belleza.

 

  1. Aprende de quien no te esperas

Si tu comparativa es más bien académica o laboral aprende de quien no te esperas. Trata de tener más de un grupo y ver qué cualidades tiene cada uno. Podemos aprender muchísimo de la vida de cada persona independientemente de los años de estudio.

 

3. Inspírate de aquellos que tienen lo que deseas

Si alguien cercano ha llegado al lugar que tu anhelas, alégrate, te está demostrando que es posible. Además puedes preguntar y aprender qué pasos ha seguido para llegar donde está. Recuerda: no es una competición.

 

4.  Recuerda si en casa se llevaba la comparación o la competición

Los padres, en muchas familias, no son conscientes del daño que pueden causar entre hermanos con el agravio comparativo. En ocasiones incluso a modo de motivación crean verdaderas rivalidades. “Mira a tu hermana como estudia” “Tu primo sí que sabe, aprende de él”

¿Te suena? Si lo has vivido en tus carnes probablemente estés atrapad@ en esta lucha por ser el mejor cuando tu ya eres muy buen@.

 

5. No repitas la comparación con otros

Qué frecuente es decir algo como: “Ella sí que es guapa” “Este sí que se ha esforzado de verdad”. Lo sé, es difícil, especialmente si tienes hijos, sobrinos o niños en la familia, pero en realidad es difícil para todos. Pon especial atención en eso y en corregir sutilmente (con humor) todos aquellos comentarios que pueden hacer otras personas hacia los niños.

 

A modo de anécdota, te comparto un comentario que me hizo un familiar lejano en una comida: “Tu hermana tiene todo lo que tu no tienes” (se refería a atributos físicos). ¿Podéis imaginar mi cara? Os puedo asegurar, que todavía hoy, recuerdo esta perla.

 

Espero que estos consejos te hayan ayudado y los compartas con quien sientas que le pueda ayudar. Recuerda que puedes contar conmigo para liberarte de aquello que ya no necesites.

 

Compartir es vivir

WhatsApp
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email
Print
No Comments

Post A Comment